No es una "ciencia milenaria" sino una disciplina que nació
formalmente hace menos de 150 años, a la par de las primeras
escuelas de psicología, aún cuando existan antecedentes
históricos más antiguos. No es un método intuitivo ni mántico:
el grafoanalista observa e interpreta siguiendo una
metodología que poco espacio deja al capricho o el
preconcepto. El analista serio puede ser "creativo" en su manera de plantear las conclusiones al consultante, pero no puede inventar conceptos. Demás está decir que de ninguna manera comparte raíces con
las tradiciones, el misticismo religioso, la metafísica o el
esoterismo.
Como se menciona más arriba, cada profesional grafoanalista puede sustentar
sus conclusiones según la orientación teórica de las
escuelas y tendencias de psicología de su preferencia, pero en
esencia, aún desde diferentes enfoques las mismas deberían ser
afines en su esencia primaria. Parte de la fiabilidad científica del método grafoanalítico
(del cual hay algunas variantes) es que cualquier
profesional va a observar obligadamente los mismos rasgos en
una letra, firma o dibujo, reduciéndose las diferencias a
mínimos matices.
Al igual que ocurre con muchas
psicoterapias y nuevas escuelas de
psicología, la grafología no es una
carrera universitaria. Sin embargo se
enseña en diversas universidades del
mundo a modo de posgrados o cursos de
extensión para médicos, psiquiatras,
psicoterapeutas, trabajadores sociales,
etc. Existen además diversas asociaciones
nacionales e internacionales en la mayor
parte de los países de occidente, la
mayoría con sus propias instituciones de
formación. La calidad y seriedad
profesional de los grafoanalistas
depende de la de los sitios donde se
hayan formado y de la ética, coherencia y responsabilidad que estos mantengan al ejercer la profesión.
Esta disciplina científica enmarcada
dentro de la Criminalística y las
Ciencias Forenses comparte con la
Grafopsicología buena parte de sus
fundamentos metodológicos. Sin embargo
se diferencia de esta última por una menor y casi nula
interpretación psicológica de los gestos
gráficos, para centrarse más en la
detección de evidencias físicas de
autenticidad, presencia de sustancias
químicas o alteraciones emocionales, por
dar algunos ejemplos.
Por lo general, una persona que se
dedica profesionalmente a esta
actividad, y no como una afición
"amateur", suele ya contar con algún
título académico de alguna de las ramas
más afines. Sin embargo existen notables
excepciones de grandes expertos con
formación no académica. Lo que no puede escapar a todo
grafoanalista serio es tener una buena
base de conocimientos sobre psicología
y una capacidad de observación
metódica, reforzada por la constante
práctica empírica, única garantía para
obtener la fiabilidad y experiencia
que se necesita tener.
El Método CG® de grafoanálisis fue
siendo desarrollado durante tres décadas
por Pablo Alzuagaray. Se basa de manera
integrativa en diversos métodos ya
existentes y en un grupo de teorías
psicológicas (ver más
abajo). La gran diferencia con otros métodos
de colegas es que a partir de una
serie de conceptos pre-planteados (la
temática del estudio) va en busca de
la evidencia corroboradora en los gestos gráficos,
buscando matices, graduaciones
relativas y rasgos básicos inmutables
de personalidad. La mayoría de los
grafoanalistas hacen lo inverso: en
base a la recopilación de información
grafométrica y grafonómica, hacen finalmente una
interpretación integral. Ambos caminos
son eficaces y en general
coherentes entre sí, al menos en la esencia de los resultados.
La Grafopsicología, aun cuando todavía no
tiene el reconocimiento que se merece, es
desde su concepción una excelente disciplina
auxiliar para médicos, psiquiatras,
psicoterapeutas, criminalistas y forenses,
encargados de recursos humanos,
psicopedagogos, coachs y consultores
psicológicos, publicistas, trabajadores
sociales y docentes, por citar algunas las
principales profesiones afines. Un grafoanalista experimentado puede trabajar
individualmente, pero siempre es más
productiva la interacción
interdisciplinaria.
La base teórica y filosófica de los estudios
ofrecidos por CGA® tiene un hilo conceptual
inmanente: la búsqueda y asimilación del
Propósito y Sentido de la vida en cada
individuo. Para ello se surte (e integra en un marco de
coherencia) diversos conceptos provenientes
principalmente de la Psicología Positiva, la
Psicología de la Gestalt, el Psicoanálisis
(especialmente las teorías del simbolismo
inconsciente y la tipología revisada de C. G.
Jung), elementos derivados del Análisis Transaccional de E.
Berne, la teoría de las Inteligencias
Múltiples de H. Gardner y los nuevos y progresivos descubrimientos de las hoy populares Neurociencias.
El autor:
Pablo Alzuagaray (Tandil, Argentina, 1971) es un
grafoanalista y grafopsicólogo con más de 30 años de
experiencia dedicados a la investigación y creación de
nuevas metodologías para la Orientación Existencial,
Vocacional y Profesional. Es autor del Método CG® en el cual se basa este estudio, además de manuales y psico-tests originales, ensayos y
obras técnicas y divulgativas en torno al estudio del
Lenguaje No Verbal de los Gestos Gráficos, la Naturaleza
Innata de Personalidad, las Inteligencias Múltiples, el
Propósito en la Vida y la Psicología Positiva.